En los últimos años, Estonia se ha convertido en uno de los destinos predilectos de los españoles a la hora de constituir empresas digitales, siempre en busca de mejores beneficios fiscales y mejoras en sus costes fijos. Y es que, para tener una empresa en Estonia no hace falta irse a vivir allí, ya que es un país donde los trámites se pueden hacer desde el móvil y hace falta pedir citas en distintas oficinas pertenecientes a la administración pública para dar cualquier paso. Estonia tiene casi todos sus servicios públicos online y eso tiene una ventaja clara: Puedes hacer las tareas administrativas de tu negocio desde cualquier parte del mundo..!
¿La clave de todo esto?
E-Residency, una solución genial para el emprendedor del mundo digital. Es un programa que consiste en permitir a cualquier persona del mundo hacerse residente digital de Estonia, con la posibilidad de acceder a sus servicios, poder crear una empresa allí y gestionarla como cualquier ciudadano de dicho país.
¿Cómo se hace?
En Estonia toda la administración pública está preparada para realizar procesos oficiales a través de la web. Esto trae como consecuencia que puedas crear una empresa en un par clicks. Basta con ir al portal de registro de compañías y solicitar la licencia en el registro de actividades económicas.
Un proceso totalmente online que no requiere mucho tiempo. Pero para hacerlo debes ser residente en Estonia y es acá donde entra en el proceso el programa E-Residency (https://www.e-resident.gov.ee/become-an-e-resident/). Es así, como en unos minutos, y tras dar algunos datos personales, es cuestión de tiempo de esperar que la Policía Fronteriza de Estonia acepte la solicitud (en teoría unos 30 días para contestar, con una tasa de aprobación del 85% y con un coste de 120 €).
Si todo va bien la persona puede pasar a buscar su tarjeta de E-Residency en una embajada de Estonia cercana, en un período de entre 2 y 5 semanas (El único punto del proceso realizado de forma presencial, ya que requiere huella dactilar). Una vez se tenga en mano la E-Residency, se podrá acceder a los distintos servicios del Gobierno de Estonia, entre ellos la creación de una empresa por unos 190 € más.
¿Ventajas?
En Estonia no existe cuota de autónomos. Uno de los rasgos más significativos del sistema tributario estonio es la aplicación de un tipo único a la renta gravable obtenida por personas físicas o jurídicas indistintamente. En el caso de las personas físicas, el impuesto sobre la renta es del 20% y se trata de un impuesto proporcional; para las empresas, el tipo aplicable va desde el 14% hasta el 20%. Las empresas pueden compensar el beneficio del presente con pérdidas pasadas, así como las pérdidas actuales con beneficios del pasado, llegando a ser reintegrados por la Administración Tributaria de Estonia.
Además, entre España y Estonia existe un acuerdo de doble tasación. Se paga un fijo de un 20%. Si en España toca pagar, supongamos, un 23%. El 20% inicial se paga en Estonia y el 3% restante debe declararse aquí.
Siguiendo un mismo orden de ideas, en España estar dado de alta en el RETA supone un gasto fijo de cuota de autónomo cada mes para el emprendedor, tenga o no ingresos, además del IRPF, junto con el IVA. Por otro lado, en Estonia nos encontramos con la libre amortización de activo, es decir, que las empresas pueden deducirse el 100% del gasto por una determinada adquisición de activo en un mismo ejercicio, frente al sistema español, en que la imputación de ese gasto es progresivo.
También es importante tener en cuenta que existen otros gastos mensuales, como crear y mantener una oficina virtual, que puede alcanzar los 25 euros, contratar una gestoría experta en el sistema fiscal estonio (entre 59 y 150 euros) y abrir una cuenta bancaria, que tiene un coste de entre 2 y 9 euros al mes (otra opción es abrir una cuenta en un banco español para la empresa en Estonia, ya que el gobierno de dicho país permite utilizar un banco de cualquier parte de la Comunidad Económica Europea para una empresa en Estonia, incluido el pago y registro del capital social.
Para ello necesitará una serie de documentos como la entrada en el registro y los artículos de asociación, debidamente notariados, traducidos por un traductor jurado y apostillados con la Apostilla de la Haya.)
Es así, como Estonia se ha ido colocando como una alternativa para empresas que operan exclusivamente a través de internet, y para aquellos que desean librarse de la carga impositiva de España, cuando la consideran algo elevada para sus negocios.
QUIERES SABER MÁS ??